domingo, 22 de enero de 2017

Tu peor rival, tú.

Las personas aprendemos fácilmente, pero aún se nos resiste el significado de la vida.
Quizás se podría comparar con una partida de billar. Unos tiros son perfectos y sin embargo otros no corren la misma suerte.

Utilizas el fallo de tu oponente para sacar ventaja y así destacar, pero este recurso no es del todo el más adecuado.

Hay que tener la capacidad de perseverar, el marcador puede cambiar en menos de lo que esperas.

Plantea tu jugada para no quedar encallado. 

Nunca habrá dos partidas similares, al igual que dos días idénticos. 

Aprende que si no te esfuerzas no mejorarás. Cuando tires mal, busca soluciones y no excusas.

Si mereces ganar, ganarás. Sin prisas.

Lo más importante no es la última bola, sino las anteriores, ya que te llevaron a ese último tiro... 

                                                                   Con deseo, motivación y pasión todo es posible.



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