martes, 29 de noviembre de 2016

Búsqueda de la felicidad.

Empecemos por pensamientos positivos, ser un poquito más optimistas, más seguros de nosotros mismos. Establece una serie de prioridades, no puedes complacer a todo el mundo, ni debes hacerlo.

Esto no lleva piloto automático. Tú elijes el camino, las opciones, las personas, lo que quieres en tu vida y lo que no. La felicidad depende del modo que cada cual decide vivir.

No te librarás de los altibajos, no todo va a ser de color de rosa. La vida es cambiante y tendrás que aprender a convivir con experiencias positivas y negativas, pero sin bascular más las negativas.
Aceptar con naturalidad estos altibajos es lo que nos puede dar un bienestar duradero.

"No condiciones tu bienestar, no lo pospongas."

Me atrevo a decir que el dinero no da la felicidad, y no hace falta entrar en mucho debate para aclarar esta idea... el dinero da tranquilidad cuando puedes llenar la nevera y pagar la hipoteca. Otra cosa es que creas que estando forrado tienes felicidad interminable y no es así. 
La felicidad es una emoción, y eso queridos, no se compra.

Tener esperanza es esperar, la felicidad comienza cuando se deja de esperar.


"Cuando vayas a proponerte una meta, que sea de corto plazo, así asegurarás la llegada hasta ella y no te fatigarás en el camino."

Quédate con estas palabras. 
Recuerda que en un día no se llegó a la luna.


La felicidad ni se busca ni aparece, se aprende. 









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